5to Domingo, Lección para la Primaria 2025
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Debido a que este domingo es el quinto domingo del mes, se anima a los maestros de Primaria a utilizar las actividades de aprendizaje del "Apéndice B: Cómo preparar a los niños para toda una vida en la senda de los convenios de Dios."
Principios y ordenanzas del evangelio de Jesucristo
La doctrina de Cristo nos enseña la forma de regresar a Dios
Cuando Jesucristo se apareció al pueblo de las Américas, les enseñó Su doctrina. Dijo que podemos entrar al Reino de Dios si tenemos fe, nos arrepentimos, somos bautizados, recibimos el Espíritu Santo y perseveramos hasta el fin (véanse 3 Nefi 11:31–40; Doctrina y Convenios 20:29). Las actividades que figuran a continuación pueden ayudarte a enseñar a los niños que estos principios y ordenanzas nos ayudarán a acercarnos más al Salvador a lo largo de nuestra vida.
Para aprender más en cuanto a la doctrina de Cristo, véase 2 Nefi 31.
Posibles actividades
Entrega a los niños láminas que representen la fe en Jesucristo, el arrepentimiento, el bautismo y la confirmación (véase Libro de obras de arte del Evangelio, nros. 1, 111, 103 y 105). Lean o reciten con los niños el cuarto Artículo de Fe y pídeles que sostengan en alto las láminas cuando se mencione el principio u ordenanza que estas ilustren. Ayúdalos a entender la forma en que cada uno de esos principios y ordenanzas nos ayudan a llegar a ser más como el Padre Celestial y Jesucristo.
Coloque una lamina grande de Jesucristo. Todavia haga la actividad de sostener las imágenes; luego al final pídales que las coloquen en el suelo y practiquen dar pasos que los ayudaran a ser más como el Padre Celestial y Jesucristo (con la imagen grande de Jesús al final).




¿De qué manera puedes ayudar a los niños a entender que la fe, el arrepentimiento, el bautismo y la confirmación no son acontecimientos de una sola vez, sino que influyen en nuestro crecimiento espiritual a lo largo de la vida? Por ejemplo, podrías mostrarles alguna imagen de una semilla y de un árbol grande (o dibujarlos en la pizarra). Invítalos a pensar en cosas que ayudan a la semilla a crecer hasta convertirse en un gran árbol, tales como el agua, la tierra y la luz del sol. Ayúdales a darse cuenta de que esas son cosas como las que hacemos para acercarnos más a Dios a lo largo de la vida: edificar la fe en Jesucristo, arrepentirnos todos los días, vivir nuestros convenios bautismales y escuchar al Espíritu Santo.
Comparte con los niños el relato sobre el cohete [petardo] que se encuentra en el mensaje del élder Dale G. Renlund titulado “¿Cómo puede el arrepentimiento ayudarme a sentirme feliz?” (Liahona, diciembre de 2017, págs. 70–71; véase también el video “El arrepentimiento: Una gozosa elección” [Biblioteca del Evangelio]).
En diversos momentos durante el relato, invítalos a pensar en cómo se habrá sentido el élder Renlund. ¿Por qué sentimos gozo cuando nos arrepentimos? Expresa a los niños el gozo y el amor que has sentido cuando le has pedido al Padre Celestial que te perdone.
El bautismo
Jesucristo me dio el ejemplo cuando se bautizó
Aun cuando Jesús no cometió ningún pecado, se bautizó para dar un ejemplo perfecto de obediencia al Padre Celestial (véase 2 Nefi 31:6–10).
Para aprender más en cuanto al bautismo, véanse Doctrina y Convenios 20:37; Temas del Evangelio, “Bautismo”, Biblioteca del Evangelio.
Posibles actividades
Muestra una lámina del bautismo del Salvador y del bautismo de otra persona (o bien, véanse Libro de obras de arte del Evangelio, nro. 35 y nros. 103 o 104). Pide a los niños que expresen cuáles son las diferencias y las semejanzas entre las dos láminas. Lean juntos Mateo 3:13–17 o “Capítulo 10: El bautismo de Jesús” en Relatos del Nuevo Testamento, págs. 26–29, o vean el video correspondiente en la Biblioteca del Evangelio.
Esta es una actividad divertida con vasos.

Permite que los niños señalen las cosas en las láminas que se mencionen en la lectura o en el video. Háblales sobre el amor que le tienes al Salvador y el deseo que tienes de seguirlo.
Escuchen o entonen alguna canción que hable del bautismo, tal como “Cuando Jesús se bautizó” (Liahona, febrero de 2015, pág. 73). ¿Qué aprendemos acerca del bautismo en la canción? Lee 2 Nefi 31:9–10 e invita a los niños a prestar atención a fin de descubrir por qué Jesucristo se bautizó. Invítalos a hacer un dibujo de ellos mismos en el día de su bautismo.
Link para la letra y el acompañamiento de la canción AQUI
Puedo escoger hacer un convenio con Dios y bautizarme
Prepararse para el bautismo significa mucho más que prepararse para un acontecimiento de una vez. Significa prepararse para hacer un convenio y luego guardarlo durante toda la vida. Medita sobre cómo puedes ayudar a los niños a entender el convenio que harán con el Padre Celestial cuando sean bautizados, el cual incluye las promesas que Él les hace a ellos y las que ellos le hacen a Él.
Posibles actividades
Explica que un convenio es una promesa entre una persona y el Padre Celestial. A medida que nos esforzamos por guardar las promesas que le hemos hecho a Dios, Dios promete bendecirnos. Anota en la pizarra Mis promesas a Dios y Las promesas que Dios me hace a mí.

Lean juntos Mosíah 18:10, 13 y Doctrina y Convenios 20:37, y ayuda a los niños a hacer una lista de las promesas que encuentren debajo del encabezamiento correspondiente (véase también Dallin H. Oaks, “Tu convenio bautismal”, Amigos, febrero de 2021, págs. 2–3). Habla con los niños de la manera en que el Padre Celestial te ha bendecido a medida que te has esforzado por guardar tu convenio bautismal.
Muestra a los niños imágenes de cosas que Jesucristo hizo cuando estuvo en la tierra (para ver algunos ejemplos, véase Libro de obras de arte del Evangelio, nros. 33–49). Permíteles que hablen sobre lo que Jesús está haciendo en cada imagen. Lee Mosíah 18:8–10, 13 e invita a los niños a prestar atención a fin de determinar lo que prometen hacer al bautizarse (véase también “El convenio bautismal”, Liahona, febrero de 2019, suplemento Amigos, pág. A3). ¿De qué manera influirán esas promesas en nuestras acciones cada día?
Estás enseñando a muchas clases. Puedes repartir hojas como esta a cada clase. Por ejemplo: la clase "Valiente" recibió la lámina del Buen Samaritano (copiada); cada uno puede dibujar su propia imagen después de hablar de la historia. Anima a las clases a elegir a un portavoz de su clase para que explique sus dibujos y sus ideas sobre cómo pueden servir como Jesús.
Si el grupo es demasiado pequeño, puedes hacer lo mismo con láminas grandes del Evangelio que encuentres en la biblioteca y una hoja en blanco.






Cierra con las escrituras aprendidas en la lección, sobre las cosas que prometemos hacer cuando somos bautizados.
Invita a los niños a hacer un dibujo de sí mismos ayudando a alguien de la manera en que Jesús lo haría; o bien, podrías confeccionar un distintivo sencillo con el nombre del Salvador que los niños puedan llevar en el pecho.
Confirmación
Cuando soy confirmado, llego a ser miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Llegar a ser miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días conlleva muchas bendiciones, incluso oportunidades para que los niños sean participantes activos en la obra de Dios.
Para aprender en cuanto a la confirmación y el don del Espíritu Santo, véanse Gary E. Stevenson, “¿Cómo te ayuda el Espíritu Santo?”, Liahona, mayo de 2017, págs. 117–120; Temas del Evangelio, “Espíritu Santo”, Biblioteca del Evangelio.
Posibles actividades
Invita a alguien que haya sido bautizado y confirmado recientemente a venir a la clase y compartir cómo fue la experiencia de ser confirmado. ¿Qué significado tiene para esa persona llegar a ser miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días? Ayuda a los niños a pensar en maneras en que puedan guardar su convenio bautismal como miembros de la Iglesia (tales como prestar servicio a los demás, invitar a otras personas a aprender más en cuanto a Jesús, hacer oraciones en las reuniones, etc.). Expresa cómo el hacer esas cosas te ha ayudado a sentir el gozo de ser miembro de la Iglesia de Cristo.
Muestra una lámina del pueblo junto a las aguas de Mormón (véase Libro de obras de arte del Evangelio, nro. 76) y pide a los niños que describan lo que ven en la imagen. Relata la historia de cuando Alma y su pueblo fueron bautizados en ese lugar (véanse Mosíah 18:1–17; “Capítulo 15: Alma enseña y bautiza”, Historias del Libro de Mormón, págs. 43–44, o el video correspondiente en Biblioteca del Evangelio).
Distribuya estas láminas a diferentes grupos de niños de la clase. Luego, pida a alguien que lea Mosíah 18:8–9. Si los alumnos escuchan que se menciona su lámina, pídales que la levanten en alto. Después, pídales que pasen al frente (con su lámina) y repasen nuestros convenios bautismales.
Cuando soy confirmado, recibo el don del Espíritu Santo
Cuando somos bautizados y confirmados, el Padre Celestial promete que “siempre p[odemos] tener su espíritu [con nosotros]” (Doctrina y Convenios 20:77). Ese maravilloso don de Dios se llama el don del Espíritu Santo.
Posibles actividades
Lee Doctrina y Convenios 33:15 y pide a los niños que presten atención a fin de determinar cuál es el don especial que el Padre Celestial nos da cuando nos bautizamos y confirmamos. A fin de contribuir a que aprendan más en cuanto a la forma en que el don del Espíritu Santo los ayudará, repasen juntos Juan 14:26; Gálatas 5:22–23; 2 Nefi 32:5; 3 Nefi 27:20. También podrían repasar el artículo “El Espíritu Santo es…” (Liahona, junio de 2019, suplemento Amigos, págs. A12–A13).
Antes de la clase, pide a los padres de uno o más de los niños que compartan de qué modo han sido bendecidos gracias a tener el don del Espíritu Santo. ¿Cómo les ayuda el Espíritu? ¿Cómo escuchan Su voz?
Entonen juntos alguna canción que hable sobre el Espíritu Santo, tal como “El Espíritu Santo” (Canciones para los niños, pág. 56). Ayuda a los niños a entender lo que la canción enseña sobre cómo el Espíritu Santo nos puede ayudar.
Como la mayoría de los quintos Domingos se celebran con un grupo muy grande, hice el rompecabezas del primer artículo de fe muy grande. (Lee la lección práctica anterior; la necesitarás para eso).



El Espíritu Santo puede hablarme de muchas maneras
Los niños que sepan reconocer la voz del Espíritu estarán preparados para recibir revelación personal que los guíe a lo largo de su vida. Enséñales que hay muchas maneras en que el Espíritu Santo nos puede hablar.
Posibles actividades
Ayuda a los niños a pensar en diferentes maneras en que podríamos hablar con un amigo que vive lejos, tales como escribir una carta, enviar un correo electrónico o hablar por teléfono. Enséñales que el Padre Celestial puede hablarnos por medio del Espíritu Santo. Utiliza el mensaje del presidente Dallin H. Oaks titulado “¿De qué manera nos habla el Padre Celestial?” para ayudar a los niños a entender las diferentes maneras en que el Espíritu Santo puede hablarnos a la mente y al corazón (Liahona, marzo de 2020, suplemento Amigos, págs. A2–A3).
Comparte alguna experiencia en la que el Espíritu Santo se haya comunicado contigo, ya sea mediante pensamientos en tu mente o mediante un sentimiento en el corazón (véanse Doctrina y Convenios 6:22–23; 8:2–3; véase también Henry B. Eyring, “Abre el corazón al Espíritu Santo”, Liahona, agosto de 2019, suplemento Amigos, págs. A2–A3). Testifica a los niños que el Espíritu Santo puede ayudarlos de maneras similares.
Otra lección objetiva del Espíritu Santo:
Ayuda a los niños a pensar en ocasiones en las que pueden haber sentido el Espíritu; por ejemplo, al cantar alguna canción que hablara del Salvador o al hacer algo amable por otras personas. Ayúdalos a reconocer los sentimientos espirituales que el Espíritu Santo brinda. ¿Por qué creen que el Espíritu Santo nos da esos sentimientos? Ayuda a los niños a pensar en lo que tenemos que hacer para escuchar al Espíritu Santo cuando nos habla. Comenta lo que tú haces para escuchar más claramente al Espíritu.
El templo y el plan de felicidad
El templo es la Casa del Señor.
Los templos son parte del plan que nuestro Padre Celestial tiene para Sus hijos. En los templos hacemos convenios sagrados con Él, somos investidos con poder del sacerdocio, recibimos revelación, llevamos a cabo ordenanzas por nuestros antepasados fallecidos y somos sellados a nuestra familia por la eternidad. Todo ello es posible gracias a Jesucristo y Su sacrificio expiatorio.
¿De qué manera puedes contribuir a que los niños a quienes enseñas reconozcan el carácter sagrado de la Casa del Señor y se preparen para ser dignos de participar en las ordenanzas del templo? Considera repasar estos recursos: Doctrina y Convenios 97:15–17; Russell M. Nelson, “Palabras de clausura”, Liahona, noviembre de 2019, págs. 120–122; “Por qué los Santos los Últimos Días construyen templos”, Templos.LaIglesiadeJesucristo.org.
Puedes usar este rompecabezas gigante para ayudar a introducir este tema: Da una pieza a cada niño, y que ellos decidan juntos dónde colocarla en la pizarra (con imanes).






Así se verá una vez finalizado:

Lean juntos Doctrina y Convenios 97:15–17. Pide a los niños que descubran qué espera el Señor de los que entran en Su Santa Casa. ¿Por qué debemos ser dignos para entrar en Su Casa? Como parte de esta conversación, habla con los niños sobre las recomendaciones para el templo, incluyendo cómo se reciben. Podrías invitar a un miembro del obispado a que les explique cómo es la entrevista para obtener la recomendación para el templo y las preguntas que se hacen en ella.
En el templo hacemos convenios con Dios
El presidente Russell M. Nelson enseñó: “Jesucristo nos invita a seguir la senda de los convenios de regreso a casa con nuestros Padres Celestiales y con aquellos a quienes amamos” (“Ven, sígueme”, Liahona, mayo de 2019, pág. 91). Ayuda a los niños a entender que la senda de los convenios incluye el bautismo, la confirmación, la investidura y el sellamiento del templo.
Posibles actividades
Pide a los niños que te ayuden a repasar el convenio que hacemos con Dios cuando somos bautizados, el cual renovamos al tomar la Santa Cena (véanse Mosíah 18:10; Doctrina y Convenios 20:77, 79). Muestra una lámina de algún templo y explica que el Padre Celestial tiene más bendiciones, las cuales quiere darnos en el templo.
Dibuja una puerta que conduzca a una senda. Pregunta a los niños por qué piensan que nos ayuda el tener una senda por la cual caminar. Lean juntos 2 Nefi 31:17–20, donde Nefi compara el convenio del bautismo con una puerta y nos invita a continuar en la senda después del bautismo. Hay más convenios que hacer después del bautismo, entre ellos, los convenios que se hacen en el templo. Explica que el presidente Nelson ha llamado a esa senda la “senda de los convenios”.
Aquí hay una página para colorear para los niños después de esta charla.

En el templo, podemos ser bautizados y confirmados por antepasados que han fallecido
El Evangelio de Jesucristo hace posible que todos los hijos de Dios regresen a vivir con Él, aun cuando mueran sin conocer el Evangelio. En el templo, podemos ser bautizados y confirmados miembros de la Iglesia de Jesucristo en favor de ellos.
Posibles actividades
Habla sobre alguna ocasión en la que alguien haya hecho algo por ti, que tú no podrías haber hecho por ti mismo. Invita a los niños a relatar experiencias similares. Explica que cuando vamos al templo, podemos recibir ordenanzas sagradas como el bautismo en favor de otras personas que han fallecido. ¿En qué sentido somos como Jesús cuando estamos llevando a cabo la obra por los muertos? ¿Qué ha hecho Él por nosotros que no podíamos hacer por nosotros mismos?
Invita a uno o más jóvenes que hayan sido bautizados en favor de sus antepasados a compartir sus experiencias al respecto. Pregúntales cómo fue su experiencia en el templo y aliéntalos a compartir cómo se sintieron al realizar esa obra en favor de sus antepasados.
Dibuja un árbol en la pizarra, incluyendo las raíces y las ramas. Pide a los niños que piensen en qué sentido la familia es como un árbol. Rotula las raíces Antepasados, las ramas Descendientes y el tronco del árbol Tú. Lean juntos esta oración de Doctrina y Convenios 128:18: “Pues sin ellos [nuestros antepasados] nosotros no podemos perfeccionarnos, ni ellos pueden perfeccionarse sin nosotros”. Haz preguntas como las siguientes: “¿Por qué necesitamos a nuestros antepasados? ¿Por qué nos necesitan nuestros antepasados? ¿De qué manera nos han ayudado nuestros padres, abuelos y otros antepasados?”. Invita a los niños a buscar en el resto de Doctrina y Convenios 128:18 alguna frase que describa cómo podemos ayudar a nuestros antepasados.
Aquí hay una página para colorear/actividades que se puede repartir después de la charla:

Considera colaborar con los padres de cada niño para buscar el nombre de algún antepasado que necesite las ordenanzas del templo (véase FamilySearch.org).










